Samuel fue un niño entregado a Dios por su madre desde pequeño.
Desde temprana edad fue instruido por el profeta Eli en los caminos del Señor, habitaba con él y estaba bajo su custodia.
Una noche mientras Samuel dormía en el santuario del Arca de Dios, el Señor le habla y lo llama varias veces, Samuel podía oírlo pero creía que era Eli quien lo llamaba desde otra habitación.
Fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo:
— Aquí estoy, presto a tu llamada.
Elí le contestó:
— Yo no te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte.
(1 Samuel 3:5)
Me pregunto ¿por qué un niño que todos los días estaba en la presencia de Dios y era “conocedor” porque había sido educado en el templo, no supo que era Dios quien le hablaba?
Y es que Samuel todavía no conocía al Señor, ni se le había revelado su palabra.
(1 Samuel 3:7)
¿Quieres saber cuando Dios te habla? ¿Quieres que Dios te hable y saber identificar su voz y recibir su mensaje? Para ello, es necesario que lo conozcas primero, buscar su rostro, su revelación y estar dispuesto a escucharlo.
Y todo lo demás vendrá por añadidura.
Muy lindo
Gracias por el apoyo, esperamos seguir siendo de bendición.
Un saludo.