El menos digno

«¿Por qué yo, Señor? -preguntó, llorando suavemente- ¿Por qué yo?

De todos los miembros de su familia, la fe de ella era la más débil, su espíritu el más dudoso y el menos valiente. De todos ellos, ella era la menos digna.» 

Así termina el primer capítulo de un libro que comencé hace un tiempo, relata la historia de la joven Hadasa. A veces nos hacemos la misma pregunta que Hadasa, ¿Por qué yo? Y hasta podríamos ser como ella, la más débil de fe, la menos digna. Pero hace unos años comprendí algo con respecto a quién soy y la famosa pregunta ¿Por qué yo? … y la respuesta me la dio Moisés.

Lo cierto es que Moisés no dijo «sí amén» cuando Dios lo mandó a enfrentar al faraón y liberar al pueblo, Moisés dio muchos motivos para que Dios se replanteara enviarlo a él, como si Dios pudiese estar equivocado al elegirlo. (Éxodo 4:1-13)

Pero la cuestión es que nunca se trató de lo que Moisés podía hacer, sino de lo que Dios haría a través de Moisés. 

Mientras leía Una voz en el viento de Francine Rivers, pensaba en que nunca fue que Hadasa fue elegida por ser mejor que su familia o por ser más digna sino porque Dios iba a usar todas esas imperfecciones y debilidades para mostrar su poder a través de ella. 

Y lo mismo pasa con nosotros, no se trata de cuántas habilidades tenemos, ni de lo que somos capaces de hacer, sino de la medida en que dejemos que Dios nos use en su Reino. De nada vale compararse con el que sabe tocar muchos instrumentos, con el que tiene un gran don para expresarse o de lo valiente que podamos observar que es el vecino, sino de en qué medida vas a dejarte usar tú por el Padre. 

Moisés era tartamudo pero Dios liberó a su pueblo a través de él, Hadasa era la que menos fe tenía pero llegó a ser un ejemplo para los que la rodeaban. ¿Y tú? ¿Qué quiere hacer Dios contigo? Quizás sea momento de dejar de preguntarse ¿por qué yo? para empezar a hacer otras preguntas que te lleven en dirección con el propósito que Dios tiene para ti. 

2 Comentarios

  1. Romina

    Que hermosa reflexión . Cuántas veces le hacemos esa pregunta a Dios .

    Responder

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