Dios nos conocía antes de que nosotros tuviéramos el privilegio de conocerlo a él y decidió darnos un propósito: llevar su evangelio.

«Pero Dios, que me escogió antes de nacer y por su gran bondad me llamó, tuvo a bien hacerme conocer a su Hijo, para que anunciara su evangelio entre los no judíos»

Gálatas 1:16 

Como Dios es el dador de la vida, el te dió vida, eligió el día, la hora y el lugar de tu nacimiento, nada fue hecho por casualidad, te predestinó: servirle. 

«Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a ser profeta de las naciones»

Jeremías 1:5 

Como Dios es creador, se deleitó creando cada parte de tu cuerpo, y no solamente eso, conoce tu ser, tu personalidad y eligió a tu madre, a la familia que te acogería al nacer. 

«Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre»

Salmo 139:13 

Siéntete afortunado y sé agradecido porque fuimos escogidos por Dios desde un principio, por eso podemos decir que él nos amó primero.