Dios demuestra su fidelidad a través de la bendición, prosperidad y cumplimiento de promesas. Analicemos la constancia de esto en la historia de Isaac.

Bendición a cambio de obediencia “Reside en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré”
Génesis 26:3

Renovación de la misma promesa “Y aquella misma noche el Señor se le apareció y le dijo:
Yo soy el Dios de tu padre Abrahán.
No temas, porque yo estoy contigo.
Te bendeciré y multiplicaré tu descendencia,
por amor a mi siervo Abrahán”
Génesis 26:24

Prosperidad: Isaac es tan bendecido que comenzaron a tenerle envidia
“Isaac les preguntó:
— ¿Por qué venís a visitarme, si me odiáis y hasta me habéis echado de vuestra tierra?”
Génesis 26:27

Confirmación de la promesa
“Ellos respondieron:
— Nos hemos dado cuenta de que el Señor está contigo y queremos proponerte sellar entre nosotros una alianza con juramento. Jura que no nos harás ningún daño, pues nosotros no te hicimos mal, al contrario, siempre te tratamos bien y te despedimos en forma amistosa. Tú eres ahora el bendito del Señor”
Génesis 26: 28-29