Mi propósito viene de arriba 

¿Te has dado cuenta de que las mentiras más convincentes suelen estar basadas en un 99.9% de verdad? Es precisamente esa mezcla de verdad y falsedad lo que hace que los fraudes y estafas sean tan efectivos; la gente cae en ellos porque la verdad se manipula hasta que la mentira se vuelve casi indistinguible.

Esto nos recuerda lo fácil que es confundir lo verdadero con lo falso. A pesar de que conocemos la verdad de Dios a través de su palabra, a veces nos dejamos llevar por las mentiras del enemigo, olvidando el verdadero propósito que el Señor tiene para nuestra vida.

Hagamos un simple ejercicio. Si en este momento haces una búsqueda rápida en Google sobre cómo encontrar el propósito de tu vida, verás que los resultados te ofrecen respuestas muy diferentes, e incluso contradictorias. Algunos te dirán que escuches a tu corazón y otros que leas un libro de un autor reconocido, o que profundices en el autoconocimiento.

Sin embargo, aunque estos consejos no son destructivos, están cimentados sobre la base de una verdad a medias que dice: tú eres quien define, dirige y determina tu propósito. Es una mentira sutil. ¿verdad? Esta frase suena tan auténtica que podríamos creerla fácilmente sin cuestionarla, pero la realidad es que buscar dentro de nosotros mismos no es la solución.

Entonces, tal vez te estés preguntando: ¿cómo encuentro la verdad? ¿Dónde puedo hallar las respuestas verdaderas?

La Escritura nos ofrece una revelación poderosa en el pasaje de hoy, cuando Dios le recuerda a Isaías el papel crucial que tiene en su plan, usando una metáfora impactante: «¿Acaso el barro le reclama al alfarero?: ¡Fíjate en lo que haces!» En otras palabras, el Señor nos enseña que necesitamos cambiar nuestra perspectiva: no somos los alfareros en esta historia, somos el barro. Esto significa que dependemos completamente de nuestro Creador para descubrir y cumplir nuestro propósito.

Esta gran verdad tiene el poder de transformar por completo tu perspectiva, guiándote de vuelta hacia Dios. Recuerda que tu verdadero propósito no está dentro de ti, sino en la búsqueda continua de la presencia de Dios en tu vida.

Así que cuando las dudas aparezcan de nuevo, acude a la Biblia; cuando reflexiones en el significado de tu vida, imagínala rendida a la voluntad del Señor; y cuando te sientas abrumado por tus debilidades y fracasos, recuerda que es Dios quien te fortalece en medio de ellos. Es en su poder y gracia donde descubrirás el propósito para el cual fuiste creado.

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