«El amor de Dios es un amor que nos acepta simplemente como somos. Por lo tanto, nadie puede ser excluido del amor de Dios, aun personas que se nos haga difícil aceptar.» La iglesia es la esperanza de esta tierra – Kim Byeong-sam
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8)
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7)
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” (Mateo 5:46)
En su libro “Conviértase en un cristiano contagioso”, el pastor Bill Hybels relata una experiencia profundamente humana y espiritual: el encuentro con un hombre que, a primera vista, parecía distante de Dios y difícil de amar. Era un hombre herido, solo, extranjero y rechazado. Pero el Espíritu Santo no ve lo que ve el hombre. Donde el ojo humano ve obstáculos, Dios ve una oportunidad de redención. Ese hombre, que parecía tan lejos de Dios, lloró al recibir un abrazo del pastor. No fue un abrazo físico solamente, sino uno que rompió barreras espirituales y emocionales. Fue el reflejo del alma de Dios: una alma que acoge, que ama, que transforma. En nuestra vida cotidiana, nos cruzamos con personas que no entendemos, que incluso nos incomodan o nos han herido. El impulso natural es rechazarlas o evitarlas. Pero el llamado de Jesús va más allá de lo natural; nos llama a amar con un amor sobrenatural. A extender los brazos incluso cuando nos cuesta. A reflejar el alma de Dios en un mundo sediento de aceptación y gracia.
Identifica a una persona difícil de amar en tu entorno.
¿Has levantado barreras hacia alguien por su apariencia, pasado o actitud? Piensa en cómo puedes acercarte con gracia.
Recuerda cómo Dios te amó a ti.
Todos hemos sido ese hombre del gimnasio: rotos, solos, necesitados de un abrazo de misericordia. Nunca olvides de dónde te sacó Dios.
Ora para que Dios te dé Su corazón.
Amar como Dios no es natural, pero sí posible por medio del Espíritu Santo. Pídele diariamente que te transforme para amar más como Él.
0 comentarios