Dios obra de manera milagrosa, esta vez, envió un ángel para anunciar que bendeciría con un bebé a una mujer estéril que estaba casada con un hombre llamado Manóaj.
“El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:
Eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y darás a luz un hijo. En adelante guárdate de beber vino o bebidas fermentadas y no comas nada impuro. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño será consagrado a Dios desde el vientre de su madre hasta el día de su muerte. Él librará a Israel del dominio filisteo”
Los hijos son un regalo, porque Dios le concedió a esta pareja el deseo de su corazón de poder experimentar ser padres. El ángel les anuncia que este bebé tiene un propósito específico y que desde que comience a formarse ya su vida le pertenece a Dios. También da indicaciones a seguir sobre el cuidado y la educación que le deben dar.
Jueces 13: 3-5, 7
Si tu te enterases de que vas a ser papá por primera vez, ¿cuál sería tu reacción? ¿harías una fiesta? ¿correrías a contárselo a tu entorno? ¿saltarías de alegría? ¿tendrías miedo?
Lo que Manóaj hizo al enterarse fue invocar al Señor de la siguiente manera:
“Te ruego, Señor, que el hombre de Dios que has enviado venga otra vez a vernos y nos instruya sobre lo que tenemos que hacer con el niño cuando nazca”
Jueces 13:8
Dios escuchó la petición y el ángel de Dios se presentó allí otra vez. Manóaj le preguntó:
“Cuando tu palabra se cumpla, ¿cuál deberá ser el estilo de vida y la conducta del niño?”
Jueces 13:12
Después de la charla, Manóaj ofreció holocausto al Señor como ofrenda de agradecimiento y el ángel subió junto con la llama del sacrificio. Pasaron los meses y se cumplió la promesa de Dios, desde temprana edad…
La mujer dio a luz un hijo y le puso de nombre Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. Y el espíritu del Señor comenzó a actuar por medio de él en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol.
Jueces 13:24-25
Los padres son los encargados de instruir al niño desde pequeño, son un regalo, una bendición con propósito que llega de lo alto, es importante acudir a Dios cuando no tenemos todas las respuestas sobre cómo educarlos porque él está dispuesto a ayudarnos, él es quién los entrega y pertenecen a él también.
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