Todos recordamos el mayor acto de amor que Dios hizo para con nosotros en la cruz.
¿Sabías que tú también moriste con él y reviviste obteniendo así una nueva vida?
Estamos conectados con Jesús gracias al acto de amor más grande que se ha conocido en la historia.
- Vinculación a su muerte porque nosotros morimos a nuestra antigua vida, a nuestra vida antes de conocer a Cristo y antes de aceptar a Jesús en nuestro corazón, él cambió nuestra condición con un propósito:
“Tened en cuenta que nuestra antigua condición pecadora fue clavada junto con Cristo en la cruz, para que así quedara destruido este cuerpo sometido al pecado y nosotros quedáramos liberados de su servidumbre”
Romanos 6:6
- Vinculados a la resurrección de Cristo porque nosotros tomamos una vida nueva, se produce un cambio en nuestro interior, en nuestra conducta, y en nuestro alrededor:
“Si, pues, hemos muerto con Cristo, debemos confiar en que también viviremos con él”
Romanos 6:8
- No viviremos sometidos al pecado, gracias a la liberación mediante su sacrificio,
ya no vivimos para el pecado sino para Dios, el pecado no nos domina:
“En cuanto a la razón de su muerte, murió para liberarnos definitivamente del pecado; en lo que se refiere a su vivir, vive para Dios”
Romanos 6:10
- Nuevo servicio porque nuestras vidas se convierten en instrumentos en sus manos,
antes eramos sirvientes del mal y ahora del bien:
“Que no siga dominándoos el pecado; aunque vuestro cuerpo sea mortal, no os sometáis a sus apetencias, ni os convirtáis en instrumentos del mal al servicio del pecado. Presentaos, más bien, ante Dios como lo que sois: muertos retornados a la vida, y haced de vuestros cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios”
Romanos 6:12-13
Gracias Jesús porque diste tu vida por nosotros, con el objetivo de cambiar nuestras vidas y hacernos tus siervos, gracias porque tú, todo lo haces nuevo.
0 comentarios