Volver al Origen

“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras.”
— Apocalipsis 2:4–5

El mensaje de Jesús a la iglesia de Éfeso es profundamente revelador. No les acusa de herejía, ni de pereza espiritual, ni de desorden moral. Al contrario, les reconoce su trabajo, su discernimiento y su perseverancia. Pero les dice algo que lo cambia todo:
“Has dejado tu primer amor.”

¿Cuántas veces nos hemos parecido a esa iglesia?
Seguimos activos, seguimos “firmes”, seguimos involucrados… pero nos hemos alejado del corazón de Dios.

A veces el mayor enemigo de la intimidad con Dios no es el pecado escandaloso, sino la rutina religiosa.
Hacemos las cosas correctas… con un corazón distraído, agotado o simplemente frío.

Dios no quiere solo nuestras manos —quiere nuestro corazón.
No busca solo nuestro servicio —busca nuestra comunión.
No nos llama solo a hacer —nos llama a estar.

Volver al origen es regresar al lugar donde todo comenzó.
A ese primer amor donde Su presencia nos bastaba,
donde Su voz nos quebrantaba,
donde el gozo no venía de lo que hacíamos para Él, sino de estar con Él.

Como le dijo Dios a Israel a través del profeta Jeremías:

“Me acuerdo de ti, del cariño de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto.”
— Jeremías 2:2

Ese es el origen: una relación viva, apasionada y sincera.
Y si lo hemos perdido, la buena noticia es que podemos volver.
Dios no ha cerrado la puerta. Él nos espera con brazos abiertos.

Oración:

Señor, reconozco que me he distraído.
Que muchas veces he seguido adelante sin mirar si Tú estabas conmigo.
Perdóname por dejar que el cansancio, el ruido o el orgullo apaguen mi amor por Ti.

Hoy quiero volver.
Volver al lugar donde mi corazón ardía solo por estar contigo.

No quiero seguir por inercia.
No quiero vivir de recuerdos.

Reaviva mi alma.
Renueva mi hambre.
Restaura mi comunión.

Llévame de regreso al primer amor.
A ese lugar donde Tú eres suficiente.

En el nombre de Jesús. Amén.

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