Sansón fue un hombre de la biblia conocido por su fuerza extraordinaria. Estando ya dentro de su historia, terminó perdiendo este don, cuando fue seducido por Dalila, que en este caso representa la tentación.
Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza.
Jueces 16:15
Sansón decidió abrir su corazón y entregarlo a quien no debía. De este modo Dalila consiguió saber su mayor secreto que Sansón fue consagrado a Dios desde pequeño y nunca se cortó el pelo.
Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres. Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.
Jueces 16:17-18
En este caso, Dalila no era su compañera idónea, no era una compañía segura y adecuada, solo buscaba la manera de humillarlo, sacar provecho de la situación y finalmente ridiculizarlo.
Como Sansón desde pequeño estaba acostumbrado a que la presencia de Dios le seguía, vivía confiado, pero por no buscar la voluntad de Dios, no tener en cuenta las relaciones que creaba, tomar decisiones erróneas, Dios dejó de acompañarle, pero él no lo sabía.
Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.
Jueces 16:20
La misión de Dalila era indagar cuál era el punto débil de Sansón, al igual que el enemigo, esto le interesa para atacar allí directamente, para terminar por destruirnos.
Cuidando nuestro corazón logramos que nada ni nadie nos robe la bendición o lo que Dios ha puesto en nosotros, para ello es importante mantener una relación constante, no tomar decisiones a la ligera sin tenerlo en cuenta. Cuidemos nuestro corazón para no salir heridos, para no entrar en terrenos negativos, o para no cometer actos que nos aparten a Dios de nuestra vida, ya que esto nunca trae consecuencias agradables.
0 comentarios