Prestando atención a una canción que suele hacer el grupo de alabanza, me detuve a pensar qué significa esta frase: “Qué hermoso es cada momento, Que me visitas y de mí haces un altar”, de Kairo Worship.
Lo que conocía yo como altar, y según podemos verlo en el Antiguo Testamento, era el lugar elegido donde se realizaban sacrificios para que Dios recibiera de esta forma, adoración. Según su definición, un altar, del latín altare, de altus, «elevación», es una estructura consagrada al culto religioso, sobre el cual se hacen ofrendas o sacrificios.
En el libro de Josué, podemos observar cómo el hecho de construir un altar empezó a crear controversias y dudas: importaba el tipo de sacrificio, quién lo elevaba, en qué condición tenías que estar para hacerlo, el lugar donde se edificaba y si era un altar monumental, es decir, un altar de idolatría. Esto ocurrió cuando se construyó un altar a orillas del Jordán:
“Esto dice toda la comunidad del Señor: ‘¿Qué prevaricación es esa que habéis cometido hoy contra el Dios de Israel, apartándoos del Señor y rebelándoos contra Él al construiros un altar? ¿No nos bastaba con el crimen de Peor, del que aún estamos sin purificarnos del todo, a pesar de la plaga que sobrevino a la comunidad del Señor?’”
Josué 22: 16-17
He aquí tenemos una gran problemática, ¿la intención cuál era? ¿Adorar a Dios o rebelarse? El pueblo que había levantado el altar quería adorar a Dios, pero no sabían cómo, eso podemos verlo aquí:
“El Dios de los dioses, el Señor, lo sabe bien, y debe saberlo también Israel. Si nos hemos rebelado contra el Señor o hemos sido infieles, que no nos perdone hoy. Y si hemos erigido un altar para apartarnos del Señor, ofreciendo en él holocaustos o sacrificios de comunión, que el Señor nos pida cuentas. Pero no ha sido así.”
Josué 22: 22-24
Los dos pueblos eran creyentes, y discutían sobre cuál era la forma correcta de adorar a Dios o qué era lo que había que hacer para levantar un altar conforme a lo que Dios manda. Llegaron a esta conclusión, a través de la cual yo he entendido el sentido de la canción:
“Construyamos un altar, pero no para holocaustos, ni sacrificios, sino como testimonio, tanto entre nosotros y vosotros como entre los que nos sucedan, de que rendimos culto al Señor con los holocaustos y sacrificios de comunión que ofrecemos en su presencia.”
Josué 22: 26-27
Tú mismo puedes ser un altar, porque dejaron de hacer falta estos holocaustos y sacrificios materiales o animales, y tu propio testimonio sirve para rendir culto en su presencia. Deja que el Señor haga de ti un altar cada vez que te visite.
Wooo muy bueno. Pocas veces me tomo el tiempo de leer con tanta atención los devocionales pero hoy sentí la necesidad de profundizar en el tema y me encantó, muchas gracias por cada semana tomarse el tiempo de bendecirnos con un tema diferente y tan bien explicado.