Introspección: es la mirada interior que se dirige a los actos y estados de ánimo de uno mismo.
En Lamentaciones 3:40 y 2 Corintios 13:5, se puede observar que la Biblia nos demanda y modela el acto de introspección.
¿Cuáles son los propósitos de la introspección?
- Revelar el pecado
- Autoexamen: Descubrir cualquier área en la que estemos fallando en vivir de acuerdo con Jesucristo.
- Retención de obediencia: Sabemos lo que tenemos que hacer, pero nos negamos a hacerlo por voluntad propia.
- Complacencia: El Espíritu Santo ha revelado acciones y/o actitudes pecaminosas, pero no hemos hecho nada al respecto.
- Generar ánimo y deleite
- Buscar evidencia de la gracia de Dios.
Estos dos principales propósitos están entrelazados, dado que si solo examinamos nuestros pecados, resulta incompleto el proceso de introspección.
La introspección cristiana no es solo una oportunidad para ver el pecado y las deficiencias, sino también para ver lo que Dios hace.
Las evidencias de la gracia nos llevan a estadios de alegría y adoración.
Si se hace bien, el proceso de introspección equilibra el pecado y la gracia, y así mismo la tristeza y alegría.
La introspección cristiana emplea la Palabra y el Espíritu de Dios. Es decir, Dios ilumina con la luz de su Palabra cada rincón de nuestros corazones y vidas.
Salmos 139:23-24
«Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis inquietudes.
Y ve si hay en mí camino malo,
Y guíame en el camino eterno.»
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