Un espíritu generoso es agradecido con lo que tiene, pone a las personas primero, no permite que el deseo por posiciones lo controle, ve el dinero como un recurso y desarrolla el hábito de dar.
Un espíritu generoso no solo da dinero, da tiempo, sirve, es generoso con sus palabras y el máximo nivel de generosidad es darse a sí mismo por el bien de otros. El mismo Jesús
[ “No vino para ser servido sino para servir” Mateo 20:28]
y si queremos un día ser como Jesús, el espíritu de generosidad debe estar en nosotros.
“Y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”
Hechos 2:45-47
Preciosa palabra,ojalá podamos tener espíritu generoso
Gracias por el apoyo, esperamos seguir siendo de bendición.
Un saludo.
Hermosa su palabra y cuánto nos enseña cada día .
Gracias por el apoyo, esperamos seguir siendo de bendición.
Un saludo.