JESÚS ENTIENDE LO QUE DICEN TUS LÁGRIMAS

Las lágrimas son reacciones a emociones tales como la alegría, tristeza, miedo, y entre otras. Entonces, ¿qué son para Dios nuestras lágrimas? Cada lágrima derramada es preciosa para Él porque las guarda. Entonces, si Dios guarda nuestras lágrimas, ¿qué tan preciados somos nosotros para Él?

En 2 Reyes 20:5, Dios nos dice que ve nuestras lágrimas y nuestra oración, lo cual significa que somos tan preciados por el Padre que siempre está al tanto de nosotros. En Salmos 56:8 dice: «Has mantenido pista de todas mis andanzas. Has recogido todas mis lágrimas en tu botella. Has mantenido un registro de cada una».

Esta primera premisa nos lleva a conocer a un Dios que se conmueve cuando nos ve llorar, al igual que un padre cuando ve a sus hijos llorar y quiere hacer lo que sea posible para menguar el llanto. ¿Qué no haría nuestro Padre celestial por cesar nuestro llanto? Cuando Ezequías iba a morir, corrió ante los pies del Padre, lloró y gritó, y Dios se compadeció de él y le dio 15 años más (Isaías 38:1-5).

Podemos entender que las lágrimas son un acto de vulnerabilidad y que intentamos llorar en lo secreto o en presencia de un amigo muy confidente y con nuestros más cercanos. Esto explicaría el llanto cuando oramos, ya que la oración es una conversación con un amigo muy cercano y especial, con el amigo más confidente y comprensivo que la humanidad pueda llegar a tener.

Si lo pensamos bien, nos damos cuenta de cuán afortunados somos de poder llorar delante de un Dios que guarda cada una de nuestras lágrimas, algo tan pequeño e insignificante para algunos, pero tan preciado para Dios.

Hablamos de un Dios que se conmueve, también es consolador y secará nuestras lágrimas (Isaías 25:8), y las convertirá en alegría. «Los que siembran en lágrimas cosecharán con gritos de alegría» (Salmos 126:5).

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