En momentos de dificultad puede ser que Dios te deje avanzar solo sobre tu barca como una prueba de Fe. 

Cuando leemos la historia de Jesús camina sobre el lago, Dios tenía un propósito antes de calmar la tempestad “A continuación Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca para que llegaran antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente” (Mateo 14:22), él planeó que los discípulos emprendieran solos el recorrido.   

Cuando oscureció, azotaba el viento con fuerza contra la barca pero Jesús seguía orando sobre un monte alejado, mientras tanto los discípulos soportaban la tormenta como podían “Entre tanto, la barca ya estaba muy lejos de tierra y las olas la azotaban con violencia, pues el viento les era contrario” (Mateo 14:24)

Estaba a punto de amanecer, cuando Jesús decide ir caminando sobre el lago hacia ellos para ayudarlos y que la prueba terminase. “En las últimas horas de la noche, Jesús se dirigió a ellos andando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el lago, se asustaron creyendo que era un fantasma y llenos de miedo se pusieron a gritar” (Mateo 14:25-26) ¿Por qué se asustaron y gritaron? ¿No esperaban que Jesús acudiera en su ayuda? 

Para Jesús también es preocupante saber que dudamos de él y nuestra fe decrece mientras pasamos por la tormenta: 

• “ Pero enseguida Jesús se dirigió a ellos diciendo: -Tranquilizaos, soy yo. No tengáis miedo” (Mateo 14:27) 
• “¡Qué débil es tu fe! ¿Por qué has dudado?” (Mateo 14:31) 

Por eso no hay que temer cuando navegamos contra el viento y la tempestad nos invade, e invitarlo Jesús, sube a mi barca (a mi vida, situación, problema personal, necesidad) y calma mi tempestad.