Jehová deja muy claro que no hay otro.
Es importante que se preste atención a que en la Biblia no existe una comparación, Jehová no se compara con otro.
Así mismo nos muestra a un Dios celoso de sus hijos y escogidos, a un Dios que busca que su tesoro preciado confíe y dependa de Él.

“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis, y creáis y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios alguno, ni lo será después de mí. Yo, yo soy Jehová, y fuera de mí no hay quien me salve. Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, y yo soy Dios. Aun antes que hubiera día, yo soy, y no hay quien libre de mi mano; yo actúo, ¿y quién lo revoca?”
Isaías 43:10-12

Dios envió a Jesús para que pueda ser conocido, para que sus escogidos comprendan el inmenso amor que tiene hacia ellos, hacia ti.
Además tiene grandes cosas preparadas que se cumplirán como se cumplieron en otro tiempo, tiene un gran preparado para todos que sólo quiere que estemos expectantes y confiados en que todo saldrá bien y en el momento perfecto.

“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz. ¿No la percibís? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en el yermo.”
Isaías 43:19